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Inmaculada Alva: “Piedad De la Cierva es un referente para muchas mujeres jóvenes que quieren dedicarse a la ciencia”

La mesa redonda “Mujeres que inspiran” inaugura en la Universidad de Navarra una exposición sobre esta científica, pionera en la investigación española


FotoManuel Castells/De izquierda a derecha, Ana Rouzaut, Gurutze Pérez, Eliana Fucili, Inmaculada Alva, Sergio Barbero y María Sandúa.

21 | 11 | 2024

“La mayor aportación de Piedad De la Cierva fue ella misma, porque es un referente para muchas mujeres jóvenes que quieren dedicarse a la ciencia”. Con estas palabras, Inmaculada Alva, investigadora del Centro de Estudios Josemaría Escrivá (CEJE) de la Universidad de Navarra, abrió la mesa redonda “Mujeres que inspiran”, acto inaugural de la exposición Piedad de la Cierva: Pionera, visionaria y científica.

La muestra, que permanecerá abierta en la Biblioteca Central de la Universidad de Navarra hasta el 14 de marzo de 2025, rinde homenaje a esta científica murciana (1913-2007), pionera en la investigación española. Organizada por el Centro de Estudios Josemaría Escrivá, en colaboración con el Museo de Ciencias, el Museo de la Universidad y el grupo Women for Science, ofrece una visión de su trayectoria y contribuciones en campos donde rompió barreras científicas, como los rayos X, el vidrio óptico y los ladrillos refractarios. Además, recrea el entorno de investigación en el que trabajó con materiales y objetos originales de mediados del siglo XX. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Gobierno de Navarra, a través de las ayudas del programa Cosmos 2024, destinadas a fomentar la cultura científica y las vocaciones STEM.

“Piedad de la Cierva empezó su trayectoria científica en un contexto en el que no era común que las mujeres estudiaran una carrera, y mucho menos, una carrera científica. Perteneció a un grupo de mujeres pioneras que empezaron a abrirse camino”, expuso Inmaculada Alva al comienzo de la mesa redonda. En su caso, contó con el apoyo de su padre y de otros colegas de profesión que hicieron que continuase en su carrera investigadora. 

Rompiendo barreras y abriendo caminos

Durante la mesa redonda, moderada por Eliana Fucili, comunicadora del CEJE, Inmaculada Alva destacó los obstáculos que Piedad de la Cierva enfrentó a lo largo de su trayectoria: “Tuvo muchos inconvenientes, pero lo que la motivó a seguir investigando fue el amor que sentía por la ciencia y su profunda fe. Se maravillaba al descubrir cómo Dios se manifiesta en la naturaleza, como cuando calculó la distancia entre el átomo de cloro y el de sodio en un cristal de sal. Esos detalles le permitían redescubrir el orden y la belleza con que todo ha sido dispuesto”. Alva ha basado su investigación en las memorias de la científica, recogiendo los hitos y desafíos que marcaron su vida profesional.

La mesa redonda contó, además, con la participación de expertos como Sergio Barbero, investigador del CSIC; Gurutze Pérez, directora de la Cátedra Mujer, Ciencia y Tecnología de la Universidad Pública de Navarra; y Ana Rouzaut, catedrática de Bioquímica y Genética de la Universidad de Navarra. Juntos reflexionaron sobre Piedad de la Cierva y su legado para las mujeres científicas. 

Ana Rouzaut destacó un momento decisivo en la carrera de Piedad de la Cierva: su intento, en los años 40, de acceder a una cátedra universitaria, que no logró. Esta limitación le impidió dirigir tesis doctorales, aunque encontró colegas varones que reconocieron su talento y trabajaron junto a ella. “Fue un ejemplo de tesón, capaz de reinventarse una y otra vez cuando le cerraron puertas, ayudando y formando a otras mujeres en su camino”, afirmó Rouzaut.

Por su parte, Gurutze Pérez subrayó la importancia de visibilizar referentes femeninas en la ciencia: “Figuras como la de Piedad inspiran a las nuevas generaciones y muestran que es posible superar las barreras”.

Sergio Barrero se refirió a las investigaciones que realizó la científica murciana,  especialmente en el campo del vidrio óptico, un material clave para la fabricación de prismáticos y telescopios. “Eran instrumentos que requerían una transparencia excepcional y, por esos años, se importaban de Estados Unidos. La aportación de Piedad de la Cierva fue esencial, ya que desarrolló este material en España, impulsando la industrialización del país”, comentó el investigador del CSIC.

Al finalizar la mesa redonda, las más de 100 personas que asistieron a la inauguración recorrieron la exposición para conocer de cerca los detalles de su trabajo científico y el impacto de su legado en la historia de la ciencia española