Lorena Escuer, bióloga: "La ciudad está llena de espacios de oportunidad que nos van a servir para fomentar la biodiversidad urbana"

Más de medio centenar de personas han participado en la segunda sesión del Ciclo “Ciencia y Biodiversidad”, celebrada el pasado jueves 14 de noviembre en Civivox Iturrama, y organizada por el Museo de Ciencias Universidad de Navarra en colaboración con la Red Civivox y la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) / Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Bajo el título, “El papel de la Biodiversidad Funcional en el entorno urbano”, la bióloga Lorena Escuer ha ido explicando desde las bases de la biodiversidad (qué es y dónde se encuentra), hasta qué podemos hacer los ciudadanos para preservarla en el ecosistema urbano.

Lorena Escuer ha indicado que existe una evolución positiva de las ciudades con el paso del tiempo y que ahora muchas de ellas tienen espacios verdes que antes no tenían: “La realidad de las ciudades ahora es que el verde está en las fachadas, en los suelos, en los edificios, hay más árboles…, tenemos una estructura más verde y por eso tenemos insectos y animales que antes no aparecían y ahora si están”.

Para Escuer las ciudades son importantes refugios de biodiversidad pero considera necesaria una planificación en la gestión tanto de la flora como de la fauna urbana y para ello es imprescindible que los equipos de trabajo en las ciudades se involucren. “La ciudad está llena de espacios de oportunidad que nos van a servir para fomentar la biodiversidad urbana”.

Lorena Escuer ha señalado que los retos de la biodiversidad urbana son cuatro: crear y conectar la biomasa y la biodiversidad, transformando los espacios verdes en hábitats de flora y fauna; pasar de lo ornamental a lo realmente funcional; conectar al ciudadano con la naturaleza; y gestionar pensando en la salud de las personas.

La bióloga oscense ha insistido en los beneficios que tiene la vegetación urbana, desde los árboles, arbustos, jardineras, flores, y hasta lo que la población considera “malas hierbas” y que residen en los alcorques de los árboles: “reducimos el efecto de calor que produce el asfalto, mejoramos la calidad del aire, mitigamos la contaminación acústica de las ciudades, aportamos recursos a los polinizadores, reducimos el estrés, y mejora el bienestar de las personas”.

Escuer también ha explicado la importancia que tiene la biodiversidad oscura ­-que habita tanto en los suelos como en los alcorques de los árboles-, así como el control de plagas biológico. “El umbral de plagas está disminuyendo y es porque el ecosistema urbano está más equilibrado por la presencia de insectos beneficiosos. Gracias a esto reducidos el uso de herbicidas y otros productos químicos”. 

La última sesión del ciclo “Ciencia y Biodiversidad” se celebrará el viernes 15 de noviembre a las 19:30h.  en el Civivox de Iturrama. El biólogo Manuel Quirós impartirá la sesión "Biomímesis: innovación disruptiva regenerativa inspirada en la Naturaleza”.