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CRISPR se lleva el Nobel

 

08/10/20 09:43 Javier Novo
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Javier Novo
FOTO: Manuel Castells

Nuestro genoma contiene tres mil millones de letras y no es sencillo modificar únicamente una de ellas, como si se tratara del corrector d un procesador de texto. Aun así, los esfuerzos de investigación de los últimos años han hecho posible la aparición de tecnologías de edición genómica. La más reciente se conoce con el nombre de CRISPR/Cas9 y fue desarrollada en el año 2012 por las investigadoras que acaban de recibir el premio Nobel de Química.

CRISPR es una tecnología de corrección genética que consta básicamente de dos componentes: una proteína y una molécula de ácido ribonucleico (ARN). Cuando este complejo llega al interior de la célula, el ARN lo guía al lugar concreto del genoma donde debe actuar; la proteína corta el ADN en ese punto dejando dos extremos libres, y a continuación la propia maquinaria de reparación de la célula fusiona esos extremos. Si se incluye además otra molécula que sirva como molde, durante ese proceso de reparación se puede cambiar una letra del genoma original por otra de un modo muy específico, dando como resultado la “edición” o corrección genética.

La edición genética mediante CRISPR todavía está en fase de desarrollo y optimización, a medida que se van superando algunas de sus limitaciones. Entre otros problemas, la maquinaria no siempre corta únicamente en el punto al que va dirigida, sino también en otros lugares del genoma. Aun así, la investigación de estos últimos años ha mejorado de modo significativo esta técnica.

No resulta difícil comprender la enorme expectación que CRISPR ha causado en el mundo de la biotecnología. Frente a las técnicas tradicionales de generación de transgénicos y organismos modificados genéticamente, CRISPR se ha hecho rápidamente un hueco como la técnica más rápida y eficaz para introducir modificaciones en genomas de plantas y animales. Hoy en día, el “zoológico” CRISPR incluye gallinas cuyos huevos no causan alergias, ovejas o hurones que reproducen enfermedades humanas, mosquitos incapacitados para transmitir la malaria; además de otras aplicaciones, de utilidad más dudosa, como la des-extinción del mamut siberiano o la creación de cerdos de reducido tamaño que son comercializados como mascotas. En biomedicina hemos visto también avances notables como la curación de hemofilia o de distrofia muscular en animales de laboratorio, abriendo paso a los ensayos clínicos en humanos.

Dadas las enormes expectativas creadas por el rápido desarrollo de CRISPR, desde 2015 se han celebrado varias cumbres internacionales para debatir en profundidad los aspectos científicos, sociales, legales y éticos que supone la edición de genomas humanos. La concesión de este premio debería ayudar a mantener viva la conversación sobre el papel de la biotecnología en la configuración de la sociedad que legaremos a las futuras generaciones.